A la hora de contratar un coche de alquiler, existen distintas alternativas. En este artículo te explicamos las diferencias entre los coches de renting y de leasing.
El renting y el leasing son dos alternativas de alquiler de coches que pueden llegar a confundirse porque comparten ciertas similitudes. Sin embargo, entre ambas opciones existen diferencias reseñables.
Tabla de contenidos
Tabla comparativa entre Renting y Leasing
En esta tabla podrás comprobar rápidamente las principales diferencias entre los distintos tipos de alquileres de coches:
Renting | Leasing | |
---|---|---|
En qué consiste | Alquiler a largo plazo de un vehículo con todos los servicios incluidos. | Alquiler a largo plazo de un vehículo con derecho a compra. |
Quién puede contratar | Particulares, autónomos y empresas. | Autónomos y empresas. |
Responsable de las gestiones (matriculación, pago de impuestos…) | La compañía que ofrece el renting | El cliente. |
Duración del contrato | Sin limitaciones, habitualmente cifrada entre 24 y 60 meses. | 24 meses como duración mínima legal. |
Propiedad y titularidad del vehículo | La empresa de renting. | La empresa de leasing tiene la propiedad, pero no la titularidad. |
Contabilización | Al tratarse de un alquiler se contabiliza como un gasto. | Contabilizado en los activos de la empresa o autónomo. |
Servicios incluidos en la cuota | Todos los relacionados con el uso del vehículo. | Solo la financiación del vehículo. |
Venta del vehículo al finalizar el contrato | Depende de la empresa que ofrece el renting. | Depende si conlleva la compra del vehículo. En ese caso, el cliente. |
En resumen, el leasing es una modalidad de alquiler de vehículos a largo plazo, enfocada exclusivamente para actividades profesionales (autónomos o empresas), con la posibilidad de comprar el vehículo en propiedad una vez finalice el contrato de alquiler.
El servicio de renting se diferencia porque está orientado tanto a profesionales como a particulares y en su cuota mensual se incluyen los gastos relacionados con coberturas (seguro a todo riesgo, revisiones, mantenimiento…).
Mayor duración del contrato de leasing
En comparación con el renting, los contratos de leasing suelen contar con una mayor duración, ya que están enfocados a una financiación encaminada a la compra del vehículo en propiedad. La duración mínima del contrato de leasing es por dos años y un máximo de seis años.
El contrato de renting cuenta con una duración estipulada por cada compañía. En RentingCoches.com, los plazos más habituales son de 24, 36, 48 o 60 meses. Una vez finalice ese plazo, será cuestión consultar con la compañía si es posible prorrogar su duración.
Renting, libre de productos bancarios
El leasing está gestionado por entidades financieras acreditadas, ya que se considera un tipo de financiación ofrecido a empresas y autónomos. En el caso del renting, no existe ningún tipo de obligación a contratar un producto bancario, ni se le considera una línea de crédito.
Siendo más exactos, se podría considerar al renting como un tipo de alquiler de coches y el leasing una modalidad de financiación para alquiler de coches. El leasing se considera un gasto de la empresa de la que se obtienen deducciones fiscales, por este motivo este servicio se circunscribe a actividades profesionales.
No obstante, las empresas y autónomos también puede obtener desgravaciones fiscales a través del renting. Se tratan de facturas de alquiler que se desgravan en las declaraciones trimestrales del IVA o en la declaración del IRPF.
El leasing, enfocado a venta final del vehículo
Dependiendo de los intereses del cliente, el renting y el leasing presentan virtudes e inconvenientes particulares. El leasing cuenta con cuotas mensuales más reducidas y ofrece la oportunidad de comprar el vehículo en propiedad una vez finalice el contrato de alquiler. De esta manera, los clientes profesionales del leasing cuentan con recuperar parte de la inversión realizada al tener esta opción de compra del vehículo.
Por su parte, el renting no está pensado para que el cliente tenga la posibilidad de comprar el coche con la finalización del contrato. Aunque algunos modelos y compañías ofrezcan esa posibilidad, no es en absoluto lo habitual de este servicio. Aunque las cuotas mensuales puedan parecer más elevadas, en el fondo se trata de un precio Todo Incluido.