Analizamos las señales más habituales a las que debemos atender para tener claro cuándo debemos cambiar de coche.
La preocupación fundamental de los principales fabricantes automovilísticos es abastecer el mercado de coches eficientes energéticamente, fiables en materia de seguridad, respetuosos con el medioambiente y duraderos con materiales de calidad. Evidentemente, su utilización prolongada en el tiempo implica que llegará un momento en el que nos veamos obligados a retirarlo de circulación, tanto por nuestra propia seguridad como por economía personal si nos vemos abocados a constantes reparaciones de sus elementos.
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¿Cuál es la vida media de un vehículo?
Resulta imposible establecer un estándar de vida media de un vehículo, debido a la ingente y variada cantidad de modelos disponibles en el parque móvil de España. Además, existen muchos factores que influyen a la hora de alargar o reducir la durabilidad de un vehículo: el mantenimiento periódico y preventivo, el modo de conducir, la meteorología de la zona o el lugar de estacionamiento habitual afectarán irremediablemente a la vida útil de un coche.
Está claro que cuantas más revisiones recomendadas pase un vehículo, una conducción responsable sin brusquedad y la conducción por zonas de clima moderado, todo ello contribuirá a una mejor conservación del vehículo. Los fabricantes se ven obligados a cumplir unos estándares de calidad para garantizar una vida útil mínima, que variará dependiendo del tipo de vehículo y cada marca.
Dependiendo de los estándares de calidad para cada tipo de motor, podríamos cifrar la vida útil de muchas motorizaciones entre los 150.000 kilómetros de mínimo y 250.000 km. de máximo. En cuanto a la durabilidad de otros elementos del vehículo y la calidad de la carrocería, se puede cifrar alrededor de los diez años, una cifra que puede llegar a duplicarse si el vehículo cuenta con un mantenimiento responsable y cuidado.
Si atendemos a las cifras oficiales del parque móvil de España, la antigüedad media de los vehículos en circulación se aproxima a los 12 años. Un detalle que puede llamar la atención es que si bien algunos modelos antiguos pueden presentar mayor durabilidad, se encuentran muy alejados de los avances tecnológicos en materia de seguridad y de eficiencia energética, sin obviar el grado de contaminación que suponen.
Tanto sea un modelo moderno como antiguo, cualquier vehículo tiene una vida útil delimitada y llega un momento en el que compensa cambiar de coche. No solo para no vernos en situaciones de peligro en la carretera, sino que puede que ciertas reparaciones no salgan rentables económicamente y salgamos ganando al cambiar de coche.
Señales para pensar en cambiar de coche
Cuando tengas una idea aproximada sobre la estimación de vida útil de tu coche, haya sobrepasado ese plazo de tiempo y percibas alguno de los siguientes detalles que pasamos a enumerar, deberás empezar a plantearte en cambiar de coche.
Recuerda ante la más mínima sospecha de que tu coche empiece a fallar, es recomendable acudir a tu taller más cercano para salir de dudas y prevenir situaciones complicadas al volante. Estos son los fallos más habituales que detectan los conductores antes de cambiar de coche:
• La temperatura del motor varía mucho, hasta llegar a sobrecalentarse.
• El motor emite ruidos extraños, tanto al arrancar como en marcha.
• El humo del tubo de escape es de color negro, señal de que el motor quema mucho combustible, llegando a comprometer el estado de otras piezas.
• Vibraciones constantes en el volante, el cambio de marchas o los pedales.
• Ruidos extraños al cambiar de marchas o en cambios de dirección.
• Los pedales no reaccionan a la pisada y es necesario pisar con más fuerza para frenar el vehículo o embragar si se trata de cambio manual.
• El cambio de marchas manual no resultafluido y tienes que hacer más fuerza de la habitual para cambiar de marcha.
• Sucesión de pequeñas y continuas averías en el vehículo.
• La carrocería presenta abolladuras, óxido o arañazos.
• El interior del vehículo cuenta con roturas en la tapicería, en mal estado, o con elementos que funcionan defectuosamente.
Razones por las que cambiar de coche
Una vez nos veamos en la tesitura de que un fallo en el coche conlleve una reparación con un gran desembolso, nos encontraremos ante el gran dilema: ¿reparar nuestro viejo vehículo o cambiar de coche? Hay una serie de motivos por las que tiene sentido cambiar de vehículo una vez se manifiesten las situaciones enumeradas en el interior apartado.
Por una cuestión de seguridad vial
La relación entre la antigüedad de un vehículo y la posibilidad de sufrir un accidente es un hecho. Obviamente, muchos accidentes de tráfico se producen con independencia de la antigüedad del vehículo, pero en el caso de accidentes mortales de turismos, la edad media de los vehículos involucrados se ha situado en casi 14 años de antigüedad. Los avances tecnológicos en materia de seguridad de los modelos disponibles en el mercado evitan muchas situaciones peligrosas al volante.
Para ahorrar en gastos de mantenimiento
Los vehículos que cuentan con una antigüedad de más de 12 años son más propensos a sufrir averías y fallos mecánicos, por lo que llegados a ese punto su mantenimiento se encarece. A partir de ese límite temporal, conviene replantearse cambiar de coche, ya que empezarás a tener gastos frecuentes en un vehículo en el que lo único que primará será el componente emocional.
Por una mayor comodidad al volante
El sector automovilístico actual destaca por lanzar al mercado modelos que se encuentran plenamente integrados en el ecosistema digital de estos tiempos. Podrás conectar tu smartphone a tu vehículo, y poder acceder a información en todo momento, incluso aunque no te encuentres dentro del habitáculo. Tanto si quieres realizar llamadas dentro del coche, reproducir tu música favorita o tener una guía para conocer tu trayecto, un coche nuevo facilitará mucho tu conducción. Los sistemas Android Auto o el CarPlay de Apple incorporados en muchos vehículos te permitirán una conectividad plena con tu smartphone.
El renting, una gran alternativa para cambiar de coche
Si estás pensando en cambiar de coche, está claro que la fórmula del renting será una de las mejores alternativas que podrás tener. En lugar de comprar un coche nuevo, el renting te permitirá tener a tu alcance los últimos modelos del mercado con una cuota única mensual que cubrirá todos los gastos relacionados con su uso: seguro a todo riesgo, mantenimiento y revisiones, gastos de gestión, cambio de neumáticos…
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